La pintura como medio de expresión, me ha permitido identificar los siguientes momentos en el
desarrollo de mis planteamientos pictóricos.


Inicialmente parte desde un momento de afectación, así se plantea un tema que da sentido a lo
que se pretende comunicar. En segundo lugar se encuentra la elección, donde se decide que
objetos o situaciones pueden representar, abstraer o presentar concretamente aquello que se
pretende decir.


Acción que da lugar a la aprehensión de lo elegido; aporta al conocimiento de
aquello que se enfoca. Así permite sustraer información de: formas, texturas, materialidad,
estructura, ubicación espacial, relación con el entorno, entre otras. Al ser la experiencia de pintar,
una experiencia de percepción, no solo se encuentra ligada al sentido de la visión. Por medio de
una experiencia sensible es posible partir desde cualquier canal perceptivo para ser traducida a la
pintura.


En la pintura esta acción es constante aunque no sea consciente. Este acto temporal
está presente al momento de trasladar al formato, la percepción de lo que se observa, aunque
inicialmente esto es proyectado en la mente.


Al momento de construir la imagen, la acción de traducir es constante durante todo el
proceso, ya que al trasladar lo que es percibido al soporte, se da el acto de la materialización. En
ese momento aparece el cuerpo para movilizar los elementos al soporte por medio de materias,
en este caso color.


El orden de estos procesos no se da estrictamente en secuencia, pues la pintura al ser un acto de
la naturaleza humana también se concibe de un modo orgánico.


Estos objetos autómatas hacen posible la negación de la mayor parte de los procesos que
planteo anteriormente, que son exclusivamente propios del ser pintor en su cotidianidad. De esta
forma propongo hacer pensar en el acto espontaneo de la pintura como un posible proceso de
configurar la imagen.


La desaparición del cuerpo del pintor para ser reemplazado por estos dispositivos, dejara ser a la
pintura lo que es; una materia de naturaleza fluida la cual el hombre en su deseo de dominarla
quiere hacerla forma, reflejo o ficción de la realidad.


Estos dispositivos establecen una relación más compleja con el espectador pues este es invitado a
especular un posible resultado de la pintura en el tiempo.

Ensamblaje


Año 2013